sábado, 11 de diciembre de 2010

GALLO VIVO

Gallo vivo
Téxto y Fotos; Guy Roques.















Todos los montadores de moscas secas rebuscamos cuellos de gallos de calidad, como la mayoría de los que se encuentran ahora en el mercado. Fue mi caso durante mucho tiempo hasta que conocí a un pescador afirmando en cualquier ocasión que el no va más en la materia era conseguir plumas de gallo vivo, que no se podían comparar con las plumas de gallo muerto.


(foto fabricada con Photoshop)


La primera vez que quise sacar plumas de un gallo vivo, éste corría como un demonio por el corral y chillaba como un condenado intentando volar fuera de las vallas. Me caí un par de veces por las excrementos de sus queridas gallinas que también alborotaban a más no poder y finalmente decidí, primero ir a ducharme y luego volver con una tomadera de ésas, de las que tienen algunos mosqueros a la espalda dándoles visos de helicóptero, y otra vez dale que te pego al gallo rubión hasta acorralarlo y finalmente encestarlo como un pez.


El maldito daba de pico a través de la red estirando su cuello cuan largo era. Desgraciadamente no era de los pequeños, de los kikis, de los que suelen tener muy buenas plumas de barbas cortas. No, en absoluto. Era un enorme gallo de espolones como cuernos lo que denotaba su edad. Siempre me dijo un ribereño amigo mío que cuanto más largos son los espolones, más viejo es el gallo y mejores las plumas. Total amarrándole la cabeza con guante y sujetando sus pataleantes extremidades entre las rodillas, lo pelé como Dios manda y me volví a mi taller con un mazo de plumas pardas tan feliz como un “guaje” con zapatos nuevos.


Cuando enrollé la primera se me caía la baba de poder por fin montar con gallo vivo. El resultado fue fatal, calamitoso y desastroso, un collar larguísimo que tuve que cortar con mi método habitual a navaja a 1 mm de la curvatura del anzuelo. El gallo vivo se transformó en un decir amén en gallo capado.






Desde entonces sigo montando con cualquier plumas sin preocuparme de si es de un gallo vivo o difunto. Si la corona me gusta la dejo como es y si es larga la capo. Francamente entre una y otra mosca no hago ninguna diferencia y pesco igual, quiero decir que ni mejor ni peor.










(Marrón de Marzo)




No diría lo mismo de los CDC. He comprobado que los que se sacan directamente del culo del pato flotan mejor que los que se venden en bolsas. La explicación es que los naturales tienen todavía la grasa del animal mientras que las plumas de las tiendas han pasado por una serie de tratamientos químicos exigidos por Sanidad y






(CDC de pluma natural.)






quedan más secas es decir que van a chupar agua y apelmazarse con facilidad, que las engrasemos o no.


En conclusión gallo vivo no sé, pero pato vivo, sin lugar a duda.
-- gR --


He estimado oportuno y ante la posibilidad de que algunos lectores pudiesen volverse suspicaces con respecto a la fotografía del susodicho gallo, añadir esta nota aclaratoria de mi querido amigo Guy.


Estimados lectores, lamento que mi foto de gallo haya chocado algunas sensibilidades. Yo he nacido en el campo y supe de inmediato que esa foto no era de verdad. Fijaos en la manera de andar del gallo con esas patas que se mueven como para bailar pero en ningún caso de manera natural sobre todo la pata izquierda. Fijaos en esas rayas blancas en las alas que tampoco son naturales, más bien para disimular el tratamiento del bicho por "Photoshop". Fijaos en las "plumas" del cuerpo: no se ve ninguna pluma, sólo pinceladas imitativas y engañosas a la manera impresionista. Los muslos pelados, el cuello pelado (aunque hay una raza de galináceos así) todo es mentira. Si fuese una foto de verdad hubiera algo visible en el trasfondo : Nada concreto en el suelo o en el resto de la foto totalmente borrosa. Es un gallo de circo, de broma, un auténtico invento de la bruja informática, y yo, inocentemente, pensaba que con esa foto y algunas invenciones más en el texto, iba a divertir a mis lectores a quienes, sin embargo sigo agradeciendo su interés por mis escritos y que me perdonen si de vez en cuando, a pesar de mi edad, se me ocurre alguna pillería. --gR--


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